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Las consideraciones ASG son ahora un pilar estratégico central para muchas empresas, mientras que la COVID-19 ha intensificado el escrutinio de los inversores, los consumidores y el público sobre los resultados ASG de las empresas. Dos tercios de los inversores institucionales exigen una remuneración de los ejecutivos vinculada a los resultados en materia de ASG, y estos parámetros son importantes en los planes de incentivos anuales y a largo plazo para los ejecutivos. Por otra parte, 45% de las empresas del FTSE 100 ya han adoptado una medida ASG en sus objetivos de primas anuales o en sus planes de incentivos a largo plazo.
Por ejemplo, la empresa alimentaria Danone, líder mundial, ha vinculado 20% de la retribución variable anual de sus ejecutivos a sus objetivos sociales, societales y medioambientales. La bonificación anual de los ejecutivos de BP también se basa en un cuadro de mando que incluye un objetivo medioambiental. Además, Apple anunció recientemente que añadirá un "modificador de bonificaciones" a su programa anual de incentivos en metálico de 2021, aumentando o reduciendo las bonificaciones de los ejecutivos hasta 10% en función de los avances hacia sus objetivos ASG.
La presión de los inversores y las partes interesadas es el principal motor de la creciente atención que se presta a la vinculación de la remuneración de los ejecutivos con los factores ASG. La Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. está decidida a establecer nuevos marcos normativos exhaustivos en materia de ASG capaces de respaldar las decisiones de los inversores. Las empresas que cotizan en bolsa ya sienten la necesidad de responder a los próximos marcos y legislaciones, esforzándose por mejorar sus calificaciones. Por otro lado, la Unión Europea ha intensificado la transición hacia una economía neta cero con nuevas divulgaciones no financieras, con el objetivo de convertirse en el líder de las finanzas y las inversiones sostenibles.
Por supuesto, la remuneración ESG no es tan fácil como parece. Hacer un seguimiento de los avances hacia los objetivos ASG y alinearlos con los indicadores clave de rendimiento (KPI) y los cuadros de mando individuales puede resultar a veces complejo e inmanejable. También es fundamental determinar qué marco temporal es más eficaz para el plan de bonificaciones de los empleados, ya que los objetivos ASG varían de anuales a a largo plazo.
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