El viernes, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó una nueva legislación muy centrada en reducir las emisiones de carbono e impulsar al país hacia la energía verde.
No sería exagerado decir que se trata del "paquete climático más audaz de la historia de Estados Unidos", al ser una medida presupuestaria que incluye las mayores inversiones en energías limpias y cambio climático jamás aprobadas.
Este proyecto de ley sin precedentes, dotado con 130.000 millones de dólares, representa la mayor inversión individual del país para combatir el cambio climático y destina 369.000 millones de dólares a programas climáticos y energéticos. Esto supone la mitad de la Ley de Reducción de la Inflación.
Esta es la mayor oportunidad para que EE.UU. detenga el actual crecimiento de los precios relacionados con el coste de la energía. También es una oportunidad para obtener un papel de liderazgo en la lucha mundial contra el cambio climático y volver a la senda de su objetivo del Acuerdo de París de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 40% con respecto a los niveles de 2005.
Desde la perspectiva de las empresas, la Ley de Reducción de la Inflación da a los fabricantes de energía solar de EE.UU. un paso para competir en el mercado mundial. Esto permitirá a las empresas de energía solar y almacenamiento obtener la certidumbre y autoridad empresarial, -que los inversores buscan cuando evalúan la elegibilidad de una empresa para inversiones a largo plazo. Como afirma la Asociación de Industrias de la Energía Solar (SEIA), "esta legislación es la inversión más transformadora que Estados Unidos ha realizado jamás", siendo un catalizador para alcanzar el objetivo de la industria solar de representar 30% de toda la generación eléctrica de Estados Unidos en 2030.
Exceptuando la industria solar, se esperan importantes inversiones en soluciones climáticas emergentes y en expansión, como el hidrógeno verde, los combustibles de aviación sostenibles de bajas emisiones, la captura directa del aire y el almacenamiento de carbono. Para reforzar la independencia energética de Estados Unidos, también aumentarán los empleos manufactureros en la industria de las energías limpias. Según Innovación energética, las inversiones de la Ley de Reducción de la Inflación podrían crear hasta 1,5 millones de nuevos puestos de trabajo en Estados Unidos en 2030.
Por último, apunta a la mayor fuente de contaminación climática de Estados Unidos: el transporte. La legislación supondrá un importante paso adelante para garantizar una financiación sustancial de los camiones y autobuses de emisiones cero, con el potencial de impulsar la adopción de vehículos ligeros eléctricos. Aunque los camiones y autobuses sólo representan 5% de vehículos, son responsables de más de una cuarta parte de toda la contaminación climática del sector del transporte.
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