Cómo prepararse para la nueva norma de la SEC sobre el clima

Tomar medidas hoy puede ayudarle a prepararse para mañana.

La incorporación de las prácticas contables del Alcance 3 puede reportar beneficios estratégicos a las organizaciones. A pesar del desalentador nivel de detalle, empezar con 3-5 métricas es una práctica habitual. Las pequeñas empresas pueden contabilizar los residuos, los viajes de negocios y los desplazamientos de los empleados, mientras que las grandes empresas pueden considerar otras actividades relacionadas con la energía, el transporte y los activos arrendados. Esta práctica no sólo ayuda a las empresas a cumplir la normativa, sino que también identifica las actividades que consumen mucha energía y las ineficiencias en la cadena de valor. Pueden desplegarse estrategias de mejora para reducir estas ineficiencias, lo que se traduce en un impacto positivo en el balance final y en beneficios indirectos como la reducción de los desplazamientos al trabajo y la mejora de la moral de los empleados.

Para hacer frente a los riesgos climáticos, las empresas deben evaluar su cartera de negocios frente a los escenarios de cambio climático para los riesgos físicos y transitorios. Los escenarios más habituales son los de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) o Greenpeace para los riesgos transitorios, y las Vías de Concentración Representativas (VCR) descritas por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) para los escenarios climáticos físicos. Llevar a cabo análisis de riesgos utilizando estos escenarios es una práctica común para mejorar sus informes de sostenibilidad. Una mayor transparencia y responsabilidad en torno a los riesgos relacionados con el clima proporciona a los inversores información fundamental sobre la exposición de una empresa, lo que les permite tomar decisiones de inversión más informadas.

A la espera de una decisión clara de la SEC, la aplicación de las prácticas mencionadas puede ayudarle a prepararse para la normativa prevista. Esta decisión significa una tendencia más amplia hacia una mayor atención a la información relacionada con el clima y la inversión sostenible, y supone un paso importante en la transparencia y las expectativas de la información corporativa.

La adopción de divulgaciones no financieras permite tanto a las empresas como a los inversores identificar oportunidades más allá de las medidas tradicionales de rendimiento y ofrece a la dirección una perspectiva más amplia para gobernar su negocio.

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