Icono del menú Cerrar
Centro ESG
Centro Net Zero
Centro de Resiliencia Climática

La UE retrasa directivas clave sobre sostenibilidad

1 de mayo de 2025
Por CSE
Directivas clave sobre sostenibilidad

Qué significa para las empresas y el futuro de los informes ASG

A principios de este año, el Parlamento Europeo votó a favor de la propuesta de la Comisión Europea de retrasar la aplicación de dos normativas clave en materia de sostenibilidad: la Directiva sobre informes de sostenibilidad empresarial (CSRD) y el Directiva sobre la diligencia debida en materia de sostenibilidad de las empresas (DDDS). Esta decisión, que sigue a meses de debates y consultas, forma parte de un esfuerzo más amplio por simplificar el régimen de información ESG de la UE e impulsar la competitividad de las empresas europeas.

Se espera que los retrasos den a las empresas un respiro muy necesario para prepararse ante esta normativa compleja y de gran alcance. Sin embargo, también plantean importantes interrogantes sobre el futuro de la sostenibilidad empresarial en la UE y sobre si el enfoque normativo actual es el mejor camino a seguir.

CSRD y CSDDD: Reglamentos clave en el punto de mira

El CSRD y el CSDDD representan dos pilares de la ambiciosa agenda verde de la UE, cuyo objetivo es que las empresas rindan cuentas de su impacto ambiental y social.

  1. Directiva sobre informes de sostenibilidad empresarial (CSRD): Adoptada inicialmente en noviembre de 2022, la DSCD exige a las grandes empresas que divulguen información detallada sobre sus actividades medioambientales, sociales y de gobernanza, en un formato comparable y accesible digitalmente para los inversores. La directiva pretende integrar la sostenibilidad en la información financiera, garantizando que las empresas sean transparentes sobre su impacto en la sociedad y el planeta.

Con arreglo al nuevo calendario, la UE retrasará la aplicación de las DRSC para muchas empresas. Las grandes empresas (las que tienen más de 250 empleados), que inicialmente debían empezar a informar en 2026, dispondrán ahora de dos años más y empezarán a hacerlo en 2028. Las PYME que cotizan en bolsa empezarán a informar un año más tarde, en 2029. Estas prórrogas dan a las empresas más tiempo para reforzar su infraestructura de datos de sostenibilidad y perfeccionar sus capacidades de información, garantizando que cumplan plenamente la normativa cuando entre en vigor.

2. Directiva sobre la diligencia debida en materia de sostenibilidad de las empresas (DDDS): Esta directiva obliga a las empresas a prevenir, mitigar o abordar activamente cualquier impacto adverso que sus operaciones tengan sobre los derechos humanos y el medio ambiente, incluidos problemas como el trabajo forzoso, el trabajo infantil y la pérdida de biodiversidad. Se aplica a las empresas de la UE con más de 1.000 empleados y un volumen de negocios superior a 450 millones de euros, así como a las empresas no pertenecientes a la UE con operaciones comerciales significativas dentro de la UE.

Con arreglo al calendario revisado, la primera oleada de empresas afectadas por la Directiva sobre el comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero aplicará ahora las normas a partir de 2028, un año más después del plazo original. Esto dará a las empresas más tiempo para alinear sus prácticas empresariales con los objetivos climáticos del Acuerdo de París y garantizar que sus procesos de diligencia debida sean sólidos y eficaces.

El Paquete Ómnibus: Un paso hacia la simplificación

Los retrasos forman parte del paquete "Ómnibus I" de la UE, cuyo objetivo es reducir las cargas reglamentarias, sobre todo para las PYME, manteniendo al mismo tiempo el compromiso de la UE con la sostenibilidad. El paquete también propone cambios en el Reglamento sobre fiscalidad y en el Mecanismo de Ajuste en la Frontera del Carbono (CBAM), con el fin de crear un entorno más favorable a las empresas en la UE.

Uno de los aspectos más significativos del paquete es el mecanismo de "parada del reloj", que suspende los plazos de determinadas obligaciones derivadas de la CSRD y la CSDDD. El objetivo es dar a las empresas tiempo adicional para prepararse para estas complejas normativas y aportar claridad sobre las normas que deben cumplir. La Comisión Europea ha encargado al Grupo Consultivo Europeo en materia de Información Financiera (EFRAG) que actualice las normas técnicas de la CSRD, asegurándose de que se ajustan mejor a las necesidades de las empresas y a su aplicación práctica.

¿Qué significa esto para las empresas?

Los retrasos proporcionarán a las empresas, especialmente a las que se encuentran en la segunda y tercera oleada de aplicación del CSRD, tiempo extra para prepararse. Esta prórroga permite a las empresas evaluar y mejorar sus sistemas de datos de sostenibilidad, sus marcos de gobernanza y sus prácticas de información.

Sin embargo, aunque muchas empresas acogen con satisfacción la prórroga, no deben tratarla como una excusa para retrasar los esfuerzos de sostenibilidad. Las empresas deben utilizar esta prórroga estratégicamente, aprovechando el tiempo adicional para desarrollar sus estrategias de sostenibilidad y mejorar los procesos de recopilación de datos. Como señala Maura Hodge, responsable de sostenibilidad de KPMG en EE.UU., las empresas deben aprovechar esta oportunidad para asegurarse de que están en condiciones de cumplir los requisitos cuando entren en vigor en 2028.

El camino por recorrer: Retos y críticas

A pesar del retraso, existe la preocupación de que las simplificaciones puedan diluir los objetivos que estas directivas pretenden alcanzar. Algunos sostienen que la reducción del ámbito de aplicación y de los requisitos de información podría reducir la transparencia y, en última instancia, dificultar a los inversores y a las partes interesadas la evaluación de los resultados de una empresa en materia de sostenibilidad.

Organizaciones ecologistas y de derechos humanos, como Global Witness y otras, han expresado su preocupación por que los cambios puedan socavar el impacto de la normativa. Argumentan que la simplificación de las normas puede poner en peligro los principios básicos de acción por el clima, derechos humanos y responsabilidad empresarial que estas directivas pretendían hacer cumplir. El Partido Verde en el Parlamento Europeo, por ejemplo, reconoció la necesidad de simplificación, pero subrayó que la integridad de la ley debe preservarse para garantizar una acción climática y una responsabilidad corporativa significativas.

Además, existe un debate en curso sobre la inclusión de las empresas más pequeñas en el ámbito de aplicación de estas directivas. Las revisiones de la Comisión proponen aumentar de 250 a 1.000 empleados el umbral de empleados para la presentación de informes sobre responsabilidad social de las empresas, reduciendo de hecho el número de empresas sujetas al reglamento. Esto ha suscitado la preocupación de que la normativa pueda no abordar todo el alcance de la responsabilidad empresarial, especialmente en el caso de las empresas más pequeñas que siguen desempeñando un papel fundamental en las cadenas de suministro mundiales.

El futuro de la sostenibilidad empresarial en la UE

Los retrasos en la aplicación de las DRSC y las DSDC marcan un momento importante en el recorrido normativo de la UE. Aunque el plazo adicional es una solución pragmática a los retos a los que se enfrentan las empresas, también pone de manifiesto la tensión existente entre los ambiciosos objetivos de sostenibilidad y las realidades económicas a las que se enfrentan las empresas.

Mientras la Comisión Europea y el Parlamento siguen negociando los detalles finales de esta normativa, las empresas deben permanecer vigilantes y proactivas en sus esfuerzos de sostenibilidad. El objetivo final sigue siendo claro: garantizar que las empresas contribuyan a la transición ecológica respetando los derechos humanos y minimizando su impacto medioambiental.

Los próximos meses serán cruciales mientras la UE trabaja para ultimar estas leyes y crear un panorama normativo que equilibre la sostenibilidad con el crecimiento económico. Las empresas deben prepararse para los continuos cambios y mantenerse informadas sobre las disposiciones finales de la CSRD y la CSDDD para asegurarse de que están preparadas para su cumplimiento cuando llegue el momento.

Los aplazamientos suponen un cierto alivio para las empresas, pero la presión para cumplir las normas de sostenibilidad no desaparecerá. De hecho, a medida que se acelera la transición ecológica, las empresas que tomen ahora medidas proactivas estarán mejor posicionadas para sortear futuras normativas y sacar partido de la creciente demanda de prácticas empresariales sostenibles.

Asista a nuestro próximo Europa | Programa para Profesionales Certificados en Sostenibilidad (ESG), Edición Avanzada 2025, los días 25-26 y 27 de junio para anticiparse a normativas en evolución como la CSRD y la CSDDD, asegurándose de que está preparado para su cumplimiento. La formación también proporcionará información valiosa para optimizar las prácticas de sostenibilidad y la recopilación de datos, posicionando a las empresas para el éxito a largo plazo.

Organizaciones que confían en nosotros