A medida que se intensifica el cambio climático, los gobiernos locales se enfrentan a retos cada vez mayores para mantener la estabilidad financiera. Dado que los impuestos sobre bienes inmuebles son la principal fuente de ingresos para los servicios esenciales, los desastres relacionados con el clima amenazan con desestabilizar los presupuestos municipales. Abordar el impacto del cambio climático en los impuestos sobre bienes inmuebles es crucial para fomentar la resiliencia fiscal y medioambiental a largo plazo.
El impacto del cambio climático en los impuestos sobre bienes inmuebles
Los impuestos sobre la propiedad sustentan las finanzas de los gobiernos locales, pero el cambio climático introduce importantes incertidumbres. Los incendios forestales en California, los huracanes en la costa del Golfo y la subida del nivel del mar en la costa este están destruyendo propiedades, desplazando a residentes y erosionando la base del impuesto sobre bienes inmuebles. La migración inducida por el clima complica aún más la recaudación de ingresos a medida que la población se aleja de las zonas de alto riesgo.
En millones de estadounidenses se trasladan por riesgos medioambientalesLos gobiernos locales deben adaptar sus políticas fiscales a estos cambios demográficos. Si no se adaptan las estructuras fiscales, podrían producirse déficits presupuestarios, una reducción de los servicios públicos y un aumento de las disparidades económicas.
Desigualdad económica y riesgos climáticos
El actual sistema de impuestos sobre la propiedad agrava la desigualdad financiera. Los impuestos sobre la propiedad aportan casi la mitad de los ingresos de los gobiernos locales y tres cuartas partes de los ingresos fiscales locales. Sin embargo, en las zonas vulnerables al clima, el descenso del valor de la propiedad reduce la recaudación fiscal, socavando la financiación de escuelas, infraestructuras y servicios de emergencia.
Las comunidades históricamente marginadas se llevan la peor parte de estos retos fiscales. Las políticas de vivienda discriminatorias han dejado a estas poblaciones más vulnerables a los desastres climáticos, con mayores costes de recuperación y menos recursos para reconstruir. Las políticas fiscales posteriores a los desastres suelen desatender a estas comunidades, perpetuando ciclos de desinversión y desplazamiento.
Gentrificación y desarrollo arriesgado
En las regiones más ricas, las estructuras del impuesto sobre bienes inmuebles pueden fomentar inadvertidamente el aburguesamiento y el desarrollo arriesgado. Los urbanistas Linda Shi y Andrew M. Varuzzo sostienen que los gobiernos locales, movidos por la necesidad de ingresos fiscales, a menudo aprueban la construcción en zonas de alto riesgo, como los muelles, a pesar de las claras amenazas climáticas a largo plazo.
Por el contrario, las regiones que se benefician de la inmigración climática -como algunas partes del Medio Oeste y los Grandes Lagos- se enfrentan a la resistencia política a la expansión de la vivienda. Sin ajustes políticos, estas zonas corren el riesgo de agravar la escasez de vivienda y las desigualdades económicas, aunque obtengan nuevos ingresos fiscales gracias a la llegada de nuevos residentes.
Por qué es urgente una reforma del impuesto sobre bienes inmuebles
El sistema estadounidense del impuesto sobre bienes inmuebles necesita una reforma urgente. Las limitaciones fiscales obsoletas y la competencia entre localidades crean modelos impositivos inflexibles y poco equitativos. Por ejemplo, Limitación del impuesto sobre bienes inmuebles en California beneficia desproporcionadamente a los propietarios a largo plazo y distorsiona la distribución de los ingresos.
Un estudio de los incendios forestales de California entre 1990 y 2015 descubrió que los ingresos por impuestos sobre la propiedad a menudo aumentaban después de los desastres porque las ventas de propiedades posteriores al desastre ajustaban las evaluaciones al valor de mercado. Aunque esto puede aumentar temporalmente los ingresos fiscales, pone de relieve ineficiencias sistémicas que deben abordarse mediante reformas fiscales integrales.
Construir un futuro fiscal sólido
La reforma de los impuestos sobre bienes inmuebles es un aspecto esencial de la adaptación al clima. Para construir comunidades resistentes al clima, los gobiernos locales deben integrar estrategias fiscales sólidas en su planificación medioambiental. Abordar las desigualdades fiscales, promover el desarrollo sostenible y prepararse para la migración impulsada por el clima reforzará tanto la estabilidad financiera como la social.
Más información y medidas
- Comprender el papel de los impuestos sobre bienes inmuebles - Explore cómo los ingresos por impuestos sobre la propiedad financian a los gobiernos locales y por qué la reforma es esencial para la sostenibilidad.
- Investigar las tendencias de la migración climática - Descubra cómo los cambios demográficos afectan al desarrollo urbano y a las economías locales.
- Analice Política fiscal de California tras los incendios forestales - Descubra cómo afecta la normativa del impuesto sobre bienes inmuebles a la recuperación tras una catástrofe y a la salud fiscal a largo plazo.
Ha llegado el momento de actuar. El cambio climático exige no sólo soluciones medioambientales, sino también políticas fiscales que garanticen un futuro justo y sostenible para todas las comunidades.
Integrar la sostenibilidad en la gobernanza
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