Por Jacob Nihan, Universidad Estatal de Michigan, y Rosalinda Sanquiche, CSE
La inteligencia artificial y la robótica van de la mano. Juntas pueden crear soluciones tecnológicamente soluciones avanzadas de sostenibilidad. Esta tecnología tiene la capacidad de aprender y funcionar sin intervención humana. Tesla y AGROBOT son ejemplos de gran impacto potencial para el futuro.
Tesla, la empresa de automoción eléctrica, lanzará un nuevo producto en 2019, el Tesla Semi-Truck. Desde el anuncio, ha habido pedidos anticipados de empresas como UPS, FedEx, DHL, Walmart, Anheuser Busch, J.B. Hunt y Pepsi. Para funcionar, el semirremolque utiliza inteligencia artificial, sensores y robótica. En la actualidad necesita un conductor de apoyo, pero dispone de un avanzado piloto automático que calcula la ruta más eficiente. Las cuatro baterías pueden combinarse y recorrer 400 millas con una carga de 30 minutos. Aunque la capacidad de carga es un problema, el ahorro de combustible y los incentivos fiscales pueden compensar la diferencia potencial en el transporte de mercancías. Con grandes empresas probando este producto, tiene la capacidad de revolucionar las cadenas de suministro en Estados Unidos y, potencialmente, en todo el mundo.
El reparto autónomo puede convertirse en fuerte adición a los planes de sostenibilidad de las empresas. Una consideración clave es la fuente de electricidad. Tesla afirma que su semi ahorrará hasta $200.000 al año en costes de combustible. Un semi equivale a retirar de la circulación 500.000 coches al año. Si la electricidad procede de solarpuede ser un gran paso adelante. Si procede del petróleo o del carbón, puede ser como mínimo una mejora. Aunque hay algunos aspectos que preocupan, merece la pena prestar atención al potencial de este tipo de productos para reducir costes y ayudar al planeta.
La agricultura ya se está beneficiando de la IA. Por ejemplo, Blue River Technology ha aumentado la eficacia de la pulverización de productos químicos para cultivos en 90%. De cara al futuro, AGROBOT es un recolector automático de fresas con potencial para transformar el sector agrícola. Sus prestaciones pueden desencadenar la innovación y llevar a los competidores a crear productos similares para distintos cultivos. AGROBOT utiliza inteligencia artificial de procesamiento gráfico, detección 3D y robótica para funcionar. El procesamiento gráfico determina el grado de madurez de la baya. Utiliza una cuchilla afilada para cortar la fruta, que cae en una cesta. La máquina nunca toca la fruta. Dado que 40% del presupuesto de un agricultor de bayas son costes de mano de obra, AGROBOT tiene el potencial de reducir costes y aumentar la eficacia de la cosecha para los agricultores.
Aunque sólo estamos al principio de la revolución de la inteligencia artificial, es importante ser optimista e ilusionarse con el futuro. El mercado toma notacon inversores como Intel Capital y Bloomberg invirtiendo en 51 y 23 empresas de IA, respectivamente, en mayo de 2019. Los semirremolques Tesla y AGROBOT son solo el principio de lo que depara el futuro a los robots con inteligencia artificial.
La IA tiene el poder de hacer que nuestra sociedad sea más eficiente y sostenible si se utiliza correctamente. Investigación de la ESI en 2018 inició la exploración. Ahora, la investigación del CSE de 2019 profundiza en las aplicaciones sostenibles de la IA y Blockchain, informando sobre nuevas tecnologías que abarcan el derecho, los medios de comunicación, la energía, la pesca y más.
La investigación del CSE sirve de base a los cursos de formación que imparte el CSE, que se actualizan continuamente. Los nuevos contenidos de la investigación se publicarán durante los cursos de otoño en Houston, 26-27 de septiembre; San Francisco 15-16 Oct.; Seattle28 y 29 de octubre. Toronto, del 31 de octubre al 1 de noviembre de 2019.