Por Nikos Avlonas
Presidente del Centro para la Sostenibilidad y la Excelencia (CSE)
La perspectiva del regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en 2025 ha desatado debates sobre cómo sus políticas podrían repercuten en el desarrollo sostenible y la acción por el clima en EE.UU. y en todo el mundo. Durante su anterior mandato, Trump sacó a Estados Unidos del Acuerdo Climático de París y revocó más de 125 normativas medioambientales destinadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Su actual campaña ha seguido cuestionando el cambio climático, y ha prometido aumentar producción de combustibles fósiles al tiempo que se eliminan las subvenciones a fuentes de energía renovablescomo energía eólica.
Teniendo en cuenta estas posturas, la elección de Trump podría tener importantes repercusiones en políticas climáticascomo el La norma de la SEC sobre el clima y la Ley de Reducción de la Inflación (IRA)que destina medio billón de dólares a proyectos de energías renovables. La norma climática de la SEC, que exige a las empresas que cotizan en bolsa divulgar información anual sobre los riesgos relacionados con el clima y la huella de carbono, se ha enfrentado a desafíos legales, y su aplicación está actualmente en suspenso a la espera de las decisiones judiciales. A pesar de la presión federal, California ha seguido adelante con una normativa similar.
Si Trump desmantela estas políticas, el cambio resultante podría llevar a aumento de las emisiones de gases de efecto invernaderosocavando los esfuerzos mundiales de acción por el clima. El posible retroceso de los acuerdos internacionales y la reducción de la financiación para las tecnologías sostenibles podrían obstaculizar Colaboración mundial en materia de sostenibilidad y transición ecológica.
Posibles repercusiones en las inversiones ESG y los sectores energéticos
Una presidencia de Trump también podría frenar las inversiones ESG (Environmental, Social, Governance), con tendencias que indican lo siguiente:
- Mayor resistencia a las inversiones ASG: Los inversores estadounidenses centrados en prácticas sostenibles y responsables con el medio ambiente podrían trasladarse a otros mercados o reducir sus inversiones en Estados Unidos debido a la posible falta de alineación con las normas medioambientales.
- Crecimiento de los sectores energéticos tradicionales: El retroceso de Trump en la normativa medioambiental puede atraer de nuevo la inversión hacia sectores basados en el carbono como el carbón, el petróleo y el gas natural, desviando la atención de las inversiones "verdes" hacia industrias más contaminantes.
Por el contrario, Europa podría beneficiarse de estos cambios políticos. Si EE.UU. recorta la financiación de las renovables haciendo retroceder el IRA, Europa puede recuperar una ventaja competitiva en sectores como la energía eólica y solaren el que Estados Unidos ha logrado recientemente avances significativos.
¿Será un retroceso o sólo una desaceleración a corto plazo?
En conclusión, una elección de Trump podría señalar un giro hacia políticas económicas más tradicionales, con un menor énfasis en las inversiones en energías limpias y las prioridades ASG. Las industrias de combustibles fósiles y los grandes sectores manufactureros podrían ver beneficios a medio plazo, mientras que las inversiones globales en ESG siguen siendo sólidas, representando todavía alrededor de 40% de las inversiones totales. Muchos inversores institucionales y privados de todo el mundo siguen apoyando las estrategias sostenibles, a pesar de los posibles cambios en la política estadounidense.
Aunque Estados Unidos puede sufrir retrasos en las inversiones en sostenibilidad y las revisiones normativas, es poco probable que Europa y los mercados mundiales experimenten impactos negativos a largo plazo de una presidencia de Trump. La resistencia de las inversiones ASG a nivel mundial, especialmente desde 2016, sugiere un compromiso continuo con el desarrollo sostenible, con solo una posible desaceleración a corto plazo.