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Consultores ESG en el núcleo: Guiar el cambio del cumplimiento a la estrategia

28 de julio de 2025
Por CSE
Consultores ESG

En medio del creciente escrutinio mundial, la presión política y los debates en torno a la credibilidad de las estrategias medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG), el mundo empresarial no se está retirando de la sostenibilidad, sino que la está redoblando. La edición de 2025 de Señales sostenibles: Corporates 2025" ofrece una visión convincente del futuro de la sostenibilidad, destacando cómo las empresas están integrando profundamente la ASG en sus estrategias a largo plazo. Los datos cuentan una historia clara: La ASG ha dejado de ser una iniciativa secundaria o un ejercicio de imagen de marca. Es un pilar central del crecimiento, la resistencia y la competitividad de las empresas.

La sostenibilidad se generaliza: Un imperativo estratégico

La encuesta mundial de Morgan Stanley a más de 330 empresas con ingresos superiores a $100 millones muestra que 88% de las empresas ven ahora la sostenibilidad como una oportunidad de creación de valor, tres puntos más que en 2024. Esta cifra refleja no sólo una mayor concienciación, sino un giro estratégico. La ASG se trata con el mismo rigor que cualquier otra iniciativa empresarial básica, desde las prioridades de los consejos de administración hasta la asignación de capital.

El cambio de percepción es especialmente notable en Norteamérica y Europa, donde las empresas declararon un aumento de 9 y 10 puntos, respectivamente, en la consideración de la sostenibilidad como motor de valor a largo plazo. Sectores como los servicios públicos, los bienes de consumo básico, el sector inmobiliario y el financiero están a la cabeza en el tratamiento de los ASG como palanca de innovación y crecimiento, mientras que sectores como la tecnología de la información y la energía están integrando los ASG tanto para la creación de valor como para la mitigación de riesgos.

 

Cuantificar el ROI: Las inversiones ASG se miden como cualquier otra

Una característica definitoria del futuro de la ESG es la mensurabilidad. 83% de los ejecutivos encuestados afirman tener ahora la capacidad de medir el rendimiento de la inversión en proyectos de sostenibilidad, ya estén vinculados a gastos de capital, operaciones o I+D. Se trata de una evolución importante, que permite a las inversiones ASG competir directamente con otras prioridades estratégicas. Se trata de una evolución importante, que permite a las inversiones ASG competir directamente con otras prioridades estratégicas.

Los ámbitos más citados en los que la sostenibilidad genera valor son:

  • Mayor rentabilidad (25%)
  • Crecimiento de los ingresos (19%)
  • Menor coste del capital y mayor visibilidad del flujo de caja (13% cada uno)

A medida que las estrategias de sostenibilidad se basan en los datos y se orientan a los resultados, ganan legitimidad como creadoras de valor a largo plazo en lugar de requisitos de cumplimiento.

 

Del cumplimiento a la resiliencia: El riesgo climático ocupa un lugar central

Más allá de la rentabilidad, el futuro de la sostenibilidad pasa también por la resiliencia. Más de 57% de empresas de todo el mundo -y la asombrosa cifra de 73% en la región de Asia-Pacífico- experimentaron el año pasado impactos físicos relacionados con el clima. Entre ellos, el calor extremo, las fuertes tormentas y los incendios forestales:

  • Aumento de los costes operativos (54%)
  • Alteraciones de la plantilla (40%)
  • Pérdida de ingresos por interrupción de la cadena de suministro (39%)

En respuesta, más del 80% de las empresas afirman estar "muy" o "algo" preparadas para mejorar las medidas de resistencia. Esta postura proactiva pone de manifiesto el paso de una gestión pasiva de los riesgos a una planificación adaptativa y orientada al futuro.

 

Superando barreras: Inversión ASG, política y percepción

A pesar de este impulso, las empresas siguen enfrentándose a retos. El "alto nivel de inversión necesario" sigue siendo el obstáculo más citado (24%), seguido de la volatilidad o incertidumbre política (17%), especialmente entre las empresas norteamericanas que navegan por un clima político polémico en torno a los ASG.

Sin embargo, muchas organizaciones están replanteando estos retos como oportunidades estratégicas. A medida que crece el escepticismo público y se intensifican las acusaciones de lavado verde, las empresas están reevaluando y perfeccionando su gobernanza, sus mensajes y su ejecución en materia de ASG. Esto incluye:

  • Alejarse de una marca ESG imprecisa
  • Reforzar la gobernanza y vincular los ASG a la remuneración de los ejecutivos
  • Alineación de la información con marcos como SASB y TCFD
  • Mejorar la garantía de terceros y la calidad de los datos

Estos cambios subrayan la transición de la ESG de la señalización de la reputación a la sustancia operativa.

 

El camino por recorrer: La ASG como motor del crecimiento estratégico a largo plazo

La convergencia de las expectativas de los inversores, las realidades climáticas y los avances tecnológicos está transformando la ASG en un motor estratégico para el éxito a largo plazo. Según el informe de Morgan Stanley:

  • 65% de las empresas afirman que cumplen o superan las expectativas en materia de sostenibilidad
  • 84% sentirse preparado para aumentar la resistencia frente a los riesgos climáticos
  • Los principales factores de éxito de las ESG son la tecnología (33%), la estabilidad económica (32%) y la creciente demanda de los clientes (28%).

Entretanto, la investigación de The Conference Board refuerza el hecho de que más de la mitad de las empresas estadounidenses están revisando sus estrategias ASG, no para reducirlas, sino para hacerlas más sólidas, más claras y más alineadas con los principales resultados empresariales.

La evolución de la sostenibilidad es inequívoca. Lo que antes se consideraba una preocupación periférica o una iniciativa de relaciones públicas está ahora integrado en la estrategia empresarial, la planificación del capital y la gestión de riesgos. A pesar de los vientos políticos en contra y del ruido crítico, las empresas no están abandonando la ASG, sino que la están perfeccionando para conseguir impacto, mensurabilidad y ventaja competitiva. El futuro de la sostenibilidad reside en su integración en las funciones empresariales básicas, como motor de innovación, resistencia y rentabilidad. A medida que las empresas pasan de la retórica a la precisión y el rendimiento, la sostenibilidad se perfila no sólo como un imperativo moral, sino como una vía fundamental para la creación de valor a largo plazo.

Como bien resumió Jessica Alsford, Directora de Sostenibilidad de Morgan Stanley:

"Empresas de todo el mundo informan de una alineación entre las estrategias corporativas y las prioridades de sostenibilidad, ya que buscan construir negocios resistentes y preparados para el futuro." De hecho, el futuro de la sostenibilidad ya está aquí, y es fundamental para las empresas.

 

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