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La sostenibilidad empresarial en la encrucijada: Cómo la UE puede marcar el camino

12 de abril de 2025
Por CSE
sostenibilidad empresarial

La Unión Europea (UE) es desde hace tiempo líder mundial en sostenibilidad empresarial y financiación climática. Sin embargo, los recientes acontecimientos en Estados Unidos, incluida la creciente resistencia política a las iniciativas medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG), suponen un reto para las ambiciones reguladoras de la UE.

A pesar de estos obstáculos, la UE debe mantener su liderazgo en las finanzas sostenibles realizando ajustes pragmáticos en su marco y garantizando al mismo tiempo un progreso continuo hacia los objetivos de cero emisiones netas.

La reacción de EE.UU. contra la sostenibilidad empresarial

El Presidente de EE.UU., Donald Trump iniciado un retroceso en los compromisos climáticos al retirarse del Acuerdo de París. Este movimiento fue seguido por un impulso más amplio del Partido Republicano contra el "capitalismo woke", un término utilizado para criticar la integración de los principios ESG en los sistemas corporativos y financieros.

En 2023, los bancos estadounidenses estaban sometidos a una presión cada vez mayor para retirarse de los compromisos relacionados con el clima. El Fiscal General de Texas lanzado una investigación sobre las políticas de financiación climática adoptadas por los miembros estadounidenses de la Net Zero Banking Alliance (NZBA), alegando un posible boicot al sector del petróleo y el gas. Aunque esta revisión fue posteriormente dejó a principios de 2025, dio lugar a la retirada de los principales bancos de Wall Street de la NZBA. Simultáneamente, la Cámara de Representantes de EE. escudriñado la Iniciativa de Gestores de Activos Neto Cero (NZAMI), que finalmente suspendido operaciones a principios de 2025.

El impacto en los esfuerzos europeos por la sostenibilidad

Aunque el movimiento estadounidense contra la ESG aún no ha afectado significativamente a Europa, empieza a despertar inquietudes. Algunos de los principales bancos europeos están reconsiderar sus compromisos con la NZBA, por temor a una normativa más estricta. Mientras tanto, los responsables políticos de la UE se enfrentan a una creciente presión para suavizar los requisitos de sostenibilidad, con políticos de centro-derecha que abogan por retrasos y limitaciones en la Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) y la Directiva sobre Diligencia Debida en la Sostenibilidad Corporativa (CSDDD). El Gobierno francés ha defendido para el aplazamiento permanente de la Directiva sobre la diligencia debida en materia de sostenibilidad empresarial (Directiva (UE) 2024/1760).

Además, los grupos empresariales han expresado su preocupación por el alcance extraterritorial de las normas de sostenibilidad de la UE. Al parecer, el cumplimiento de la Directiva exige que las medianas empresas europeas destinen hasta 12,5% de sus presupuestos de inversión a la observancia de la normativa (Informe Draghi, página 321), lo que hace temer la resistencia de las empresas.

Afrontar los retos de las finanzas sostenibles

La UE ha invertido mucho en normativas de sostenibilidad, pero el sistema aún no está dando los frutos deseados. El Reglamento de Taxonomía de la UE, diseñado para clasificar las actividades económicas sostenibles, ha luchado en los sectores de los bonos corporativos y la inversión debido a su limitada aplicabilidad a la financiación de la transición.

La Comisión Europea se ha comprometido a perfeccionar los principales reglamentos, entre ellos el CSRD, el CSDDD y el Reglamento sobre Divulgación de Información Financiera Sostenible (SFDR). Aunque algunos temen que estas revisiones puedan socavar los esfuerzos de sostenibilidad, los ajustes específicos podrían mejorar la eficiencia operativa, preservando al mismo tiempo los principios ASG fundamentales.

Reforzar el marco de financiación sostenible de la UE

Para mantener su liderazgo y garantizar la eficacia de sus políticas de sostenibilidad, la UE debe adoptar las siguientes medidas:

  1. Introducir un marco de financiación de la transición:

    • Implantar un sistema de semáforo que clasifique las actividades en verde (sostenibles), rojo (perjudiciales) y ámbar (de transición).
    • Las evaluaciones de la sostenibilidad deben pasar de centrarse en las actividades a evaluar las estrategias generales de transición de las empresas.
  2. Mejorar las normas sobre instrumentos financieros:

    • Desarrollar bonos y préstamos normalizados vinculados a la sostenibilidad que incorporen objetivos de transición específicos.
    • Reforzar las definiciones del SFDR para incluir una política de exclusión obligatoria de las actividades perjudiciales para el clima.
  3. Alinear las calificaciones ASG con las normas de sostenibilidad de la UE:

    • Garantizar que las calificaciones ESG vendidas en la UE cumplan los requisitos de divulgación establecidos por la DSFC y la DSCD.

Garantizar el liderazgo de la UE en política climática

La noción de que "EE.UU. innova, China replica y Europa regula" subraya la tendencia de la UE hacia la acción reguladora. Sin embargo, en respuesta a la retirada estadounidense de los compromisos de sostenibilidad, la UE debe encontrar un equilibrio entre el rigor normativo y la viabilidad económica. Si perfecciona su marco para apoyar mejor la financiación de la transición y la adaptación de las empresas, la UE puede reforzar su posición de liderazgo en las finanzas sostenibles.

A medida que aumentan las divergencias transatlánticas en la política climática bajo la administración Trump, la UE debe garantizar que su enfoque normativo fomente, en lugar de impedir, un progreso significativo hacia los objetivos de cero emisiones netas. Si se gestionan con eficacia, estos ajustes reforzarán el papel de Europa como líder mundial en sostenibilidad empresarial, incluso frente a la oposición externa.

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