Las interrupciones de la cadena de suministro se han convertido en un gran reto para la economía mundial desde el comienzo de la pandemia. Lo más probable es que la gestión de la cadena de suministro esté en el centro de los debates de todas las juntas directivas y consejos de administración.
Centrarse en los factores medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG) de la gestión de la cadena de suministro ya no es sólo una estrategia de comunicación, sino una necesidad estratégica para que las empresas prosperen en una economía mundial en rápida evolución. Un aspecto de los informes ESG que se ha popularizado y seguirá haciéndolo en 2022, es la notificación de los inventarios de gases de efecto invernadero de las empresas. Para muchos sectores, las cadenas de suministro de alcance 3 representan el 80% de sus emisiones de gases de efecto invernadero, lo que pone en riesgo su estrategia ESG general cuando se producen interrupciones en la cadena de suministro.
¿Cómo se comprometen las empresas a informar sobre las emisiones de alcance 3?
Esta cuestión sigue siendo un reto. El alcance 3 se refiere a todas las emisiones indirectas de carbono que se producen en la cadena de valor de una organización, mientras que las emisiones de carbono de alcance 1 y 2 tienden a situarse dentro de la organización. Como las emisiones proceden de las actividades de los socios comerciales y no de la propia empresa, es complicado registrar con precisión esas emisiones de Alcance 3. Como resultado, las empresas que actualmente informan sobre sus emisiones de Alcance 3, utilizan una amplia variedad de métodos. Esto significa que puede no ser apropiado establecer comparaciones entre los resultados de las empresas.
Cartografía de la cadena de suministro
Es fundamental que las empresas midan lo que importa. Las empresas trazarán un mapa de toda su cadena de suministro (trazabilidad) e informarán sobre los resultados y los hitos (transparencia). De este modo, las empresas refuerzan su capacidad de resistencia, ya que pueden anticiparse mejor a las posibles oportunidades y perturbaciones.
- Trazabilidad: Para mitigar el riesgo de interrupción, las empresas deben comprender sus cadenas de suministro. Deben trazar un mapa no sólo de sus proveedores, sino también de los proveedores de sus proveedores. Esta cartografía permite a las empresas identificar los puntos débiles de su cadena de valor. Con más datos, es más fácil reducir el riesgo diversificando el conjunto de proveedores de materiales clave o reduciendo el número de proveedores. Estas medidas las hacen más resistentes a imprevistos como una pandemia mundial.
- Transparencia: Esto incluye la identificación y el seguimiento de un conjunto de hitos: un enfoque interno de la materialidad para ESG, métricas para el rendimiento frente a normas y certificaciones externas, así como la divulgación a inversores, clientes, consumidores y empleados.
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