Como gobierno de Alberta avanzan los planes para un nuevo oleoducto de crudo a la costa occidental, el debate en torno a la energía y la sostenibilidad se intensifica. La provincia depende en gran medida de los ingresos energéticos. Sin embargo, las infraestructuras actuales deben ajustarse a las expectativas medioambientales y sociales modernas. Las normas ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza) son ahora esenciales para dar forma a los proyectos energéticos.
Una propuesta estratégica con implicaciones mundiales
La Primera Ministra, Danielle Smith, reveló recientemente que Alberta está elaborando una propuesta para un nuevo oleoducto de crudo. Este proyecto conectaría la provincia con los mercados internacionales a través de un puerto de la costa oeste. Su objetivo es aumentar la capacidad de exportación de las arenas bituminosas de Alberta, reforzando el papel energético mundial de la provincia.
Sin embargo, esta propuesta suscita preocupaciones conocidas. Los proyectos de oleoductos suelen plantear cuestiones relacionadas con los derechos de los indígenas, la seguridad medioambiental y la política climática. Aunque los beneficios económicos son evidentes, los factores ASG tienen ahora el mismo peso. Ignorarlos puede provocar retrasos o cancelaciones de los proyectos.
Por qué la ESG ya no es opcional
Tanto en Canadá como en el resto del mundo, el sector energético se enfrenta a una presión cada vez mayor. Los inversores, los organismos reguladores y las comunidades exigen que las empresas cumplan estrictas normas ASG. Los oleoductos, en particular, deben gestionar riesgos como las emisiones de carbono, el uso del suelo y el impacto social.
Aquí es donde Formación ESG se convierte en crucial. Los profesionales que participan en la concesión de permisos, la planificación y las relaciones con las partes interesadas deben saber cómo aplicar los principios ASG. Sin estos conocimientos, los proyectos corren el riesgo de no cumplir las expectativas.
Formación ESG para profesionales de la energía
Para ayudar a los profesionales a liderar de forma responsable, el Centro para la Sostenibilidad y la Excelencia (CSE) ofrece la Programa para Profesionales Certificados en Sostenibilidad (ESG). Esta formación, reconocida en todo el mundo, dota a los participantes de herramientas ESG prácticas adaptadas a sectores como la energía y las infraestructuras.
A través del programa, los asistentes aprenden a:
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Aplicar marcos y normas ESG
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Elaborar un mapa de las partes interesadas y consultarlas
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Evaluar los riesgos climáticos
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Abordar los derechos de los indígenas y la equidad social
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Informar eficazmente utilizando GRI, SASB y TCFD
En resumen, el curso tiende un puente entre la planificación tradicional de proyectos y las exigencias modernas en materia de ESG.
Integración de la ESG en todas las fases del proyecto
La aplicación de la ESG no es sólo una tarea de cumplimiento. Mejora los resultados en todas las fases de un proyecto: planificación, construcción, explotación y cierre. Por ejemplo:
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Medio ambiente: Utilizar tecnologías más limpias, limitar la contaminación del agua y controlar las emisiones.
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Social: Establecer asociaciones respetuosas con los grupos indígenas y garantizar los beneficios para la comunidad.
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Gobernanza: Mantener la transparencia, cumplir las leyes y aplicar una conducta ética.
Cada una de estas áreas refuerza la confianza pública y reduce los riesgos financieros y de reputación.
Un nuevo modelo de energía sostenible
La iniciativa del gasoducto de Alberta es a la vez prometedora y responsable. Es una oportunidad para modernizar el desarrollo energético integrando la ASG desde la base. Aunque los objetivos económicos siguen siendo fundamentales, ahora deben coexistir con la responsabilidad social y la acción por el clima.
Por eso la formación en ESG no sólo es útil, sino esencial. Los profesionales con conocimientos sobre ESG pueden guiar los proyectos hacia el éxito a largo plazo. También desempeñan un papel vital en la construcción de un futuro energético más limpio y equitativo.